-Bueno amigo, ya he terminado el relato que me pediste. Como ves, casi coincide con eso que tú dices siempre: La Folía la inventamos los comillanos, es más, La Follía -como siempre osas llamarla, porque incluso las lampas son llampas en tu pueblo- podría ser raíz de la palabra francesa Follie, su significado sería locura o baile. Quizá en esta expresión tuvo algo que ver aquel galo llamado Guillermo Le Testu, aliado del corsario Drake. Un enloquecimiento que parecía tener Tinín, aquel náufrago abrasado por el sol y reconvertido a corsario, trastornado por el afán de poseer riquezas como fuera; o quizá definiera la locura de los barquereños saliendo tras él en busca de su Virgen de la Barquera, o el desvarío de esa batalla incruenta que se libró cercana a la que hoy es tu casa. A lo mejor tenías algo de razón, aunque siempre he pensado que era una broma por tu parte.
-Entonces, ¿esta casa perteneció -según cuentas- al muchacho enriquecido de entonces? Creo que tienes aún más fantasía que yo.
Reímos ambos.
-Vete tú a saber, recuerda que aquí hay un restaurante que se llama “El Pirata”, es posible que perteneciera a los descendientes de aquella familia.
-¿Dónde fue a parar aquel Tinín?
- Posiblemente, tuviera que irse, nadie lo querría aquí, ni siquiera los suyos, estaba trastornado. Acaso en uno de sus pocos momentos claros, dejara en la casona que compró, metido en ese hueco entre paredes, un grandísimo tesoro para los suyos.
El amigo miraba sorprendido a su interlocutora; ella le observaba con el rabillo del ojo con cierta sorna, estaba disfrutando y resarciéndose respecto a la supuesta creación de La Folía por los comillanos -según él decía-, una tomadura de pelo que duraba desde que se conocieron.
-Sí, el tesoro ha sido crear una bella historia, un relato de buena vecindad, del camino que hemos recorrido barquereños y comillanos a lo largo de los tiempos.
Al menos eso creo.
Nos despedimos y seguro que cada cual interpretó esta historia a su manera.
Él seguiría diciendo que inventaron La Folía, y yo, que tenía una imaginación desbordante.
-Hasta la próxima, comillanu.
-Nos vemos, pejina.
FIN
Vocabulario
Abarloar: Arrimar una embarcación a otra.
Alabarda: Arma de tres elementos, lanza, cuchilla y gancho.
Amarras: Cuerdas, maromas, sujetan el barco en el atraque.
Arcabuz: Pistola de cañón corto.
Argumal: Escajo, planta espinosa.
Arranchar: Arreglar, baldear el barco o la bodega.
Arriar: Soltar el cabo o cualquier objeto.
Atesar: Tensar.
Atracar. Arrimar a puerto.
Bandullo: Conjunto de tripas.
Barquereño: Gentilicio de los habitantes de San Vicente de la Barquera.
Bauprés: Mástil horizontal para sujetar velas en la proa.
Bita: Elemento de madera o metal, sujeta las cuerdas con seguridad.
Braza: Medida náutica -1´671 metros-.
Cabestrante: Artilugio para sujetar los botes a bordo en las embarcaciones grandes.
Cabotaje: Barcos que transportan mercancías de un puerto a otro.
Calado: Parte sumergida del barco y su profundidad.
Calo: Tocar al fondo sin necesidad de flotar.
Carel: Pieza superior de la cubierta donde suele descansar la baranda.
Carretel: Carrete grande.
Castillo de proa o popa: Parte elevada de los buques con forma de castillo.
Cay: Infraestructura portuaria de piedra.
Chalupas: Barco grande de construcción local, de pesca, cabotaje y usado en grandes travesías.
Chavalucu: Localismo, grumete.
Chicote: Cuerda, cordel.
Chumacera: Soporte en forma de uve.
Cofa: Lugar en lo alto del mástil donde se apostaban los vigías.
Comillano, comillanu: Gentilicio de la localidad de Comillas.
Esquife: Barcas.
Estacha: Chicote basto o calabrote.
Estrobo: Un atado en forma de lazo, asegura el remo al tolete.
Faltar: Soltarse o romper un aparejo, cuerda u otro instrumento.
Fielato: Lugar donde se pagaban los impuestos al acceder a las poblaciones.
Fisga: Arpón en tridente.
Fletar: Embarcar mercancías para su transporte y venta.
Galipote: Brea, petróleo natural.
Garojo: Raspa de la panoja de maíz.
Lampa: Lapa, molusco que se pega a la roca.
Lascar: Soltar el chicote cruzado, a demanda.
Legua: Medida marina -5.555 metros-.
Llampa: Lapa, molusco que se pega a la roca.
Maroma: Cuerda gruesa de esparto, utilizada para amarrar con seguridad.
Mascarón: Figura de ornamentación externa a proa, en la quilla del barco.
Mosquete: Pieza de artillería que se disparaba apoyada en una horquilla.
Panizo: Planta del maíz.
Pasteca: Polea.
Pejín: Gentilicio de las tres villas, en este caso la villa de San Vicente de la Barquera.
Pinazas: Embarcación a vela y remo, para pesca y cabotaje.
Pipas de grasa: Medida de peso, lleva de seis a ocho barriles -443 Kilos-.
Potás: Piedra envuelta en cuerdas, contrapeso.
Quilla: Pieza vertebral externa de una embarcación.
Quiñón: Paga anual de beneficios repartidos a la parte entre los tripulantes.
Rancho: Lugar de descanso de la tripulación.
Recalar: Llegar a puerto o cerca de la costa.
Roda: Curvatura externa de la quilla.
Roldana: Círculo acanalado por donde pasa la cuerda.
Saín: Aceite conseguido de la grasa de las ballenas.
Salmuera: Disolución densa de sal en agua.
Salseo: Movimiento más o menos enérgico del barco sobre la superficie del mar.
Santabárbara: Lugar del polvorín en los navíos.
Soldada: Jornal cobrado “a la parte”.
Tinaco: Tina pequeña de madera.
Tolete: Vara de pequeña dimensión para mantener estable el remo al bogar.
Abecedario de Imagina
IMAGINA
Textos: Ángeles Sánchez Gandarillas
Madrigal: Flor Martínez Salces y Ángeles S. Gandarillas
Portadas: Ilustraciones de J. R. lengomín
Ilustraciones interior: J. R. Lengomín
Diseño, impresión y encuadernación: Nieves Reigadas Noriega
Este libro se terminó de imprimir el día 15 de abril de 2012,
festividad de San Telmo, protector de los pescadores, lleva en la mano un
cirio azul que simboliza el fuego de San Telmo. Este “fuego” se forma en las
tormentas eléctricas y adquiere forma de llamas en los mástiles y elementos
puntiagudos como los arpones de los balleneros.
San Vicente de la Barquera (Cantabria)
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