y ansié de nuevo tu cuerpo
porque arrastro la vida tras de ti.
Soy tu huella
y tu sombra
prendidas a tu alma,
tengo tu piel irisada
perfumada en la mía
y tu corazón es mi paso de baile
que me adorna de suspiros;
suena a caricia,
a te quiero…
Dejé mi vieja vida
escueta y simple,
ya no soy árbol
y el silencio es alegría
porque, ahora, poseo más
de lo que pude imaginar:
Te tengo.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
15-II-2014
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