La una,
y sola en este mundo,
la una
y anclada en esta tierra...,
tan sola
que me siembro de distancia,
tan lejos
que me entierro en los minutos,
sesenta, nunca menos,
enjuta en mi silencio
y en una sola campanada,
la una...
Los segundos
se agolpan en la espera solitaria,
me llenan y los lanzo
por ser la única dueña
del calor que me desatan,
soy una, sí, solitaria,
descastada del resto de las horas,
espero tus agujas
que marcan
y desmarcan los segundos
y no sé si los pierdo,
se me entregan
o se gastan...
Espero en este tiempo, solitaria,
tus noticias,
espero porque sé que volverás
y, seré junto contigo,
las dos…,
¡muy buena hora!
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
6-II-2014
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