miércoles, 20 de marzo de 2013

TÍTERES

El pasado 6 de marzo recibimos la mejor sorpresa que se pueda imaginar, por la actuación, guión, la presentación de los cinco argumentos, y los decorados del grupo de 5º curso del C.P. Mata linares. En el ensayo, según comentó Samuel, el bibliotecario, ya tenían ganas de demostrar su vena artística, que puedo afirmar, se extendió a todos los entresijos teatrales.

Ellos construyeron los títeres, comentaron al final como los confeccionaron con los envases de leche o zumos, cartulina de colores y brillos para resaltar el cabello, las plumas, las escamas o cualquiera de los complementos de los personajes imaginables, monstruos, deportivos, astros, etc.

En primer lugar presentaron: “Golondrinas que no sabían volar”.

Cargados con ilusiones

y de los cinco sentidos

Vi a los nacientes actores.

Entre aquellos personajes,

sus plumas y narradores,

que salían de sus bocas

fuertes y nítidas voces

de títeres bien dentados

entre lenguas de colores.

“Perdían hasta las plumas

de los muchos sinsabores”.


Otro narrador narraba

del fondo de nuestros mares,

o eso entendí entre dos aguas,

las que ellos manejaban

y parte del oleaje

de un público que chistaba,

poco se oía en el fondo...,

del salón, donde hice cala.

Creí ver a orondos peces,

a sus escamas limadas,

a mariscos presumidos,

al oleajes y a playas.

“Excursión en el fondo del mar”

dijeron se titulaba.


De “Noticias terroríficas”,

creí oír que informaban,

parecían locutores

luciendo longas corbatas

y una bella locutora

que entre dientes protestaba;

entre ellos discutían

o quizá, se confirmaran,

¡comentaban muchas cosas

que en este mundo ocurrían,

y hasta el mico que narraba,

entraba en explicaciones!

¡Ay, que de cosas pasaban

a ovnis y a los terrestres!


“Las playas de las perdidas”,

es caso que fue sorpresa,

aquel narrador tan majo

que hablaba de las mareas.

En ellas muy aparentes

cantaron bonitas letras,

que eran snob, quizá... pijas,

con elegantes melenas;

flotaba un bonito yate

entre patas mordederas.


El quinto y último grupo

me parecieron un cuento

de mozucas peculiares

con un narrador elocuente

y de colores brillantes.

Llenaron de colorido

y cerraron las candilejas

de todo lo presenciado.

Pundonores, virtuosismo,

reciclaje y muchas letras

de personajes que hablaban

por debajo de una mesa

que a todos entusiasmaron,

y no perdieron el ritmo

dejándome muy perpleja.

Los aplausos, merecidos.


A Lucía pregunté por los nombres del elenco. "Diez y nueve" compusieron estos Títeres-teatro.


De Mario había un par,

Ángel, María y Omar

Adriana, también Lucía

Mónica y Mari Sol;

Sara, José Miguel

Sergio, Marta, solo un John.

Laura estuvo, y además,

Paula, Iris y Jaceb.


¡Enhorabuena, pardiez, que al teatro he de volver!


Ángeles Sánchez Gandarillas©
6-III-2013

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