Valor
I
Ignoro cuánto vales,
más, sé lo que te quiero.
Renuncio y no valoro
tus ojos de lucero,
las risas en tu boca
y el alma, por entero.
II
Logré reconocerte
a fuerza de vivirte
y, ser ramo de rosas
que sane y que te anime,
te acune por los sueños
de surcos y canicies!
Persigo en tu valía,
mis motivos,
que vivas las fragancias
de un respiro,
saber del contrapeso
a mi cariño,
volar al sentimiento
de tus mimos,
cuidar de que no alteres
tu latido...
Aspiro a ser quimera,
la que anheles,
gozar en los minutos
pertinentes,
de la húmeda tibieza
de tu temple.
Valoro y reverencio,
si es que cabe,
de efectos y placebos,
tus mensajes,
en gotas de una esencia,
exultante,
y, de nuevo florezcas...
implacable.
Por fin te he valorado
cada instante,
al viento en tus andares,
tan galantes,
al aura en tus suspiros,
siendo amante,
o, brisa en tus caricias
anhelantes.
Si encuentras los sosiegos
a mi lado,
y sientes que te enlazo
de un abrazo,
o visto de rocío
a tu labio,
sabrás de la ternura
y el milagro...
Ángeles Sánchez Gandarillas
21-VII-2012
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