CAPÍTULO VII ÚLTIMO CAPÍTULO
Miguel, se fue haciendo mayor; estudió en diferentes lugares medicina, artes de la guerra, navegación, naturaleza, arte, incluso rimó en cuaderna vía, leyó entre otros a Gonzalo de Berceo y algunas de sus obras, por ejemplo, “Los Milagros de Nuestra Señora.” Navegó poniendo en la práctica lo aprendido, luchó en algunas batallas o escaramuzas entre señores o revueltas de campesinos; también supo de legalidades y gestiones pues, acompañó a los corregidores y para saber como se resolvían y poner en practica la medicina, en la que se instruyó, colaboró con médicos que conocía o habían sido sus maestros.
Al finalizar su ajetreada juventud, ya con la veintena de años, optó por enrolarse a bordo de las naves para la conquista de Sevilla; era menos duro, o eso creyó él, que la milicia a pie. Una fecha que no olvidaría, 1248. Sus sueños se estaban convirtiendo en realidad…
Al finalizar su ajetreada juventud, ya con la veintena de años, optó por enrolarse a bordo de las naves para la conquista de Sevilla; era menos duro, o eso creyó él, que la milicia a pie. Una fecha que no olvidaría, 1248. Sus sueños se estaban convirtiendo en realidad…
EL CANTAR DE MIGUEL
Miguel soñaba
despierto, cual osado aventurero,
ganador de mil
batallas, invencible caballero,
Deliró mares perpetuos,
tormentosos devaneos
y en la posada paterna,
servía de mesonero.
Atendían mercaderes,
asimismo, marineros,
servíanles odres de
vino a cambio de los dineros.
Embelesado
escuchaba, juglarescas
aventuras,
pesadillas que en las
noches, perturbaban su cordura.
Y Miguel sigue soñando.
Figuró ser artesano,
carpintero de chalupas
que imaginó tripulando.
El vástago sigue
creciendo, mil oficios ansiando,
ya curtidor, alfarero,
ya armador, ora estudiando.
Imaginó en su cabeza,
mil sueños incontrolados.
Y haciéndose ya mayor,
fue menester dar el pase
y trocó todos sus
sueños en concretas realidades;
partirá hoy de su villa
embarcado en férreas naves.
Y conquistaron Sevilla,
tornó Bonifaz laureado,
fue vencida en varios
meses de un asedio prevenido.
De quien fuera bien
nacido, el triunfo está logrado,
almirante fue nombrado,
aquel burgalés aguerrido.
Rompiéronse las cadenas
que en escudos y blasones,
quedaron por siempre
tallados en templos y torreones.
Mientras, Miguel ya
soñaba con el barrio do vivía,
en el descanso, siendo
hidalgo, y en tranquilas alegrías.
Trovadores y juglares,
loamos gestas
valientes,
en posesiones de reyes,
pregonándolo a las gentes,
alegóricos romances,
leyendas o ensoñaciones,
que aquel niño, muchas
veces, fantaseó en ilusiones.
Ensueños que Miguel
tuvo en aquella villa aforada,
murallas y
construcciones, tanto como el rey soñaba,
Alfonso VIII lo dijo,
creyóle el rey Santo, Fernando.
Todos ellos vivieron lo
que en principio... soñaran.
Ilustraciones: J. R. Lengomín
Versos: Flor Martínez salces
Gracias Lines por compartir con nosotros este enriquecedor relato y gracias a los colaboradores que han aportado a este relato un trabajo estupendo
ResponderEliminarUn dispendio de creatividad y esfuerzo.
Nos quedamos con pena al despertarnos del sueño de Miguel...
La presencia de cambareros en la costa impidió ayer a estos humildes crustáceos salir la seguridad de su priedra. No queríamos faltar a nuestro comentario semanal...gracias Lines por escribir tan "bonito" y ser capaz de transportarnos al medievo de manera amena e instructiva. Hasta pronto.
ResponderEliminarLos Cámbaros.
¡Ay ué pillines!, claro, claro, ahora ya sé quienes sois.
ResponderEliminarGracias por vuestros halagos, no hice más que colaborar con otros pocos como Lengomín, Nieves, Flor, otras perosnas a las que no he solicitado permiso para nombrarles, pero que siempre me han ayudado en las pesquisas sobre la historia y las costumbres de San Vicente. Agradezco a los mayores que me hablaron de lo que les contaron sus abuelos, a los que sacaron a relucir documentaciones y archiovos, a los estudios de historiadores y sus publicaciones, a los que me ayudaron a patear las zonas donde permanecen construcciones de siglos, etc. En fin, todos somos un poco Miguel, todos somos San Vicente y todos somos y seremos parte de la historia.
Gracias. Lines
Muchas gracias Lines, un bonito comentario para el capitulo final, y a partir de ahora a seguir soñando e imaginando que sin duda conseguiremos que alguno de nuestros deseos se hagan realidad.
EliminarLos Cámbaros.
Sauri, muchísimas gracias por editar este relato conmemorando el día del libro, 2020, y por compartirlo con el Ayuntamiento de San Vicente de la Barquera porque muchos de los barquereños se verán reflejadas en costumbres, pr
ResponderEliminarofesiones y lugares que aun perduran –consulté con algunas personas mayores para constatar lo que leí en las referencias históricas–; muchas gracias por tener la deferencia de compartirlas conmigo.
Abrazo.