¡Ah, la nieve, una cortina de blancos deseos que cae desde el cielo! ¡Qué bonita estamba para verla tras los cristales de una habitación caldeada con la chimenea reluciente, destellando rojo fuego, surgidas en llamaradas de la leña reseca y maciza, tras las transparencias vitrocerámicas, un agradable lugar para vosotros en un romántico momento vivido en familia; recuerdos que os atraparán en el futuro. Saluda de mi parte a Ordoño, tu hijo más telefónico. Espero que tu viaje por la capital te sirviera de descanso. Abrazo Niña.
¡Ah, la nieve, una cortina de blancos deseos que cae desde el cielo!
ResponderEliminar¡Qué bonita estamba para verla tras los cristales de una habitación caldeada con la chimenea reluciente, destellando rojo fuego, surgidas en llamaradas de la leña reseca y maciza, tras las transparencias vitrocerámicas, un agradable lugar para vosotros en un romántico momento vivido en familia; recuerdos que os atraparán en el futuro.
Saluda de mi parte a Ordoño, tu hijo más telefónico. Espero que tu viaje por la capital te sirviera de descanso. Abrazo Niña.