Estás sobre mi brazo
con el sonido de un poema
en mi boca
que rima con amor
y con piruetas de silencio…
Te acuno y te acomodo,
y me acomodo
más cerca,
y entrecruzo
cada uno de mis dedos
en los tuyos
que se escurren en mis manos
como el agua templada por el sol
de un minúsculo torrente…
Te beso tan cerca del sosiego
que ni oigo los suspiros
guardados en tu boca
que me pierden
en un eco de pasión
siempre vigente…
Te noto en mi desnudo
tan cerca,
tan esencia,
tan derroche de ternura
que muero por tenerte…,
mas, me uno a tu sueño
para no quebrar ese alma pura
en mis delirios.
Te duermo vida mía…
y me duermo.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
16-V-2014
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