y tutelan nuestros ríos
que apresan siempre calmados
las marejadas con bríos.
Parece el agua en sus ojos
hebras de extensos cabellos
de cuantos dioses marinos
peinan su cabeza en ellos.
Ríos, puentes, barcos, hombres,
devotos de la Barquera
parten con redes y rezos
y la Virgen los espera.
Suben y bajan mareas
por los arcos de los puentes,
asomándose las aguas
como el amor, dulcemente.
Las riadas nos traen barro,
su verdín la primavera,
el nordeste azul brillante
y la luna reverbera.
clama cambiar su destino,
que Dios le entregue un cantero
y haga en la peña camino.
El Puente Nuevo y la Maza
abren sus múltiples bocas
y si al cruzar, no respiras,
una boda les provocas...
Romances en los dos puentes
de partidas y de amores
que raptan a forasteros
y apresan a pobladores.
Han recogido en la historia
mucha pesca y hasta hambrunas,
la playona con resacas
y garzas en sus lagunas.
Incendios o las galernas,
guerras, la paz y silencios,
ocho pueblos que apiñados
forjaron abrazos recios.
Gandarilla y el Escudo
ríos que nutren, leales,
“la de Rubín y de Pombo”,
dos marismas naturales.
El romance entre mis puentes
es un amor de quimeras,
les unen todas las aguas
y les separan riberas.
Ángeles Sánchez Gandarillas
27-II-2012
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