sábado, 26 de mayo de 2012

MONCHI

El pasado sábado 19 de Mayo, fue un día muy importante para todos nosotros. Celebramos el 50 cumpleaños de Monchi.

Podríamos extendernos con sus datos biográficos, pero lo que pretendemos reflejar aquí es una pequeña crónica de este día tan emotivo para todos. 

Desde primeras horas de la mañana, pudimos verle todo trajeado haciendo “la ruta” por el pueblo. Estaba exultante, recibiendo felicitaciones y regalos de parte de muchos amigos. 

Se celebró una comida organizada por su familia, el lugar no podía ser otro que el restaurante de su padrino Ramonín. Alrededor de las dos de la tarde, fuimos acudiendo a la cita. Allí recibía a todos con generosas raciones de besos. Desde los más chiquitines, hasta los más mayores, todos fuimos pasando por sus brazos. 

No faltó la tarta con las velas, un sinfín de regalos, entre los que cabe destacar el de su padrino, que era una maqueta de un barco y llevaba inscrito el nombre de sus padres y el de “Monchi Gran Capitán”. También le hizo una ilusión tremenda una camisa negra como la de su amigo Bustamante y una gorra que le envió el propio David con una dedicatoria muy cariñosa. 

Después de comer se leyeron unos versos escritos por su familia de Barcelona, que desglosaban a la perfección sus 50 años. Aquí comenzamos a “mojar el ojo” prácticamente todos los presentes y el colofón fue la proyección de un DVD con las imágenes de su vida que nos “fundió” a todos. 

En este DVD aparecían todas las personas que han disfrutado de su amistad a lo largo de estos años, como es lógico en la mente de todos y seguramente que en la suya propia, estaban los que se han quedado en el camino. Desde sus abuelos Perez y Amparo, sus padres Colín y Amparín, su tita Nati y como no, sus hermanos Miguel y Fernan que no logramos quitarlos de nuestro pensamiento en todo el día. 

Resumiendo podríamos decir que fue una jornada inolvidable para todos, tanto para los más chiquitines, de los cuales quiso rodearse al “ver las cámaras”, como para el resto de asistentes. 

Al regresar al pueblo por la tarde, continuó con su peregrinar de visitas, recibiendo más besos, regalos, etc. 

Para concluir queremos en nombre de toda la familia y en el suyo propio, agradecer a todos los barquereños el cariño que demostráis a nuestro MONCHI en el día a día. Está claro que este tipo de personas son muy generosas, dan sin esperar nada a cambio, pero él ha tenido la suerte de pertenecer a un pueblo que le quiere con especial devoción, el pueblo BARQUEREÑO. 

Muchas gracias a todos.

POESÍA
19 DE MAYO 1962
AQUEL ERA COMO HOY
UN MARAVILLOSO DIA

Cuando un precioso niño nacía
en un humilde hogar de San Vicente
llenado de alegría
a sus padres Amparo y Manolo.
Fue el último de diez hermanos
y le pusieron por nombre José Ramón.
Pronto nos dimos cuenta que Monchi
pertenecía a ese grupo de personas
que requieren toda nuestra atención,
porque nos llegan directamente al corazón.
Por las mañanas se levanta, se ducha y se afeita con mucho tesón.
Gasta medio frasco de colonia y busca siempre su mejor ropa.
Si no queda satisfecho, se cambia tantas veces como haga falta
hasta que merece el nombre de “el más guapo del pueblo”.
Por eso ha tenido tantas novias: La primera. Paqui la del Mus;
Rosario de la farmacia, Carmen la del Pescador...
Así podríamos continuar una lista interminable...
Ha sido un niño travieso, ha destrozado muchos pantalones,
saliendo de casa como un señor y volviendo como un pordiosero.
De pequeño se escapaba y hubo que poner en la puerta
un cerrojo más alto para que no pudiera alcanzarlo.
Fue inútil, en seguida aprendió a abrirlo con el palo de la escoba.
Le gusta el fútbol y llevar a la Virgen en procesión,
siempre invita a sus amigos y paga con el tarjetón.
También le gusta cantar,
imitando con agudeza a Bustamante y Raphael.
Ha participado en concursos de Karaoke
ganando la medalla al mejor intérprete.
Le encantan los móviles y los relojes,
tiene una amplia colección.
Tito sabe que en herencia, le ha de dejar su reloj.
Una vez se escapó, se escondió en un autobús.
No apareció hasta la noche, tan tranquilo.
Si llegado el caso no le interesa lo que le dices,
alega que son cosas suyas, o que te vayas a Honolulú.
Incapaz de provocar otro sentimiento que no sea cariño,
Monchi nos ha dado muchas veces esa chispa de alegría
que tanto necesitamos todos los demás.
La felicidad de Monchi ha dependido de múltiples agujas,
una por cada persona de este pueblo.
Todas y cada una de ellas han sujetado ese difícil hilo de la vida
a la felicidad más completa que Monchi ha podido tener en esos 50 años
Por ello, hoy todos los que estamos aquí
te deseamos Monchi, una gran felicidad.
                                                                      
                                                                       Con cariño de todos.
Familia de Monchi

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