dedicado a los niños chicos
Si te levantas
casi dormida
y lees los poemas
de un sibarita,
¡tan seductores
que casi miman!
Notas el alma
en esas rimas,
en cada verso
coplas sentidas
y entre renglones
que te acarician
de escalofríos
casi suspiras;
rozas leyendo
toda una vida.
Es una letra
es una vida,
es lo que leas
y que meditas
Canta tu alma
suena la espita
de unos amores
en otra orilla.
Llega de pronto
caen lagrimitas,
suena el reloj
de la visita.
Llama a tu puerta
sangra la herida,
llena los ojos
de agua salina.
Suenan campanas
laten caricias
llegan de lejos
buenas noticias.
Suenan latidos
en esa cita,
se hinchan las sienes
mientras intiman.
Rozan las manos
queman la vida
ardes por dentro
pero, no gritas.
Suenan tambores
del cielo pían,
son pajarillos
que nos visitan.
Se unen los cuerpos
nacen cenizas,
lloran los vivos
recapacitas.
Mueren pasiones
y resucitan,
esos amores
que nadie dicta.
Y entonces nacen
las despedidas,
esas que amargan
todas las citas,
donde resuenan
esas sonrisas,
las que se añoran
día tras día.
Poco poema
de un avecilla,
es un colibrí
y cinco sílabas.
Era noviembre
y en mi cocina
donde escribí
la poesía.
Ángeles Sánchez Gandarillas.
2-XI-2011
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