viernes, 22 de marzo de 2013

PRIMAVERA Y POESÍA


Los poemas han vestido las palabras 
de jazmines y colores 
realzando cada instante: 
Es pasión que se desborda 
de ilusión tornada en mares 
que arremansan la ternura
en cada ola;
es amar un poco más, en todo el verso, 
y trovar lo inexplicable
de las noches estrelladas.

Poesía es lo que escriben
las miradas 
que volaron a la bóveda celeste
y rozaron infinitos,
con los besos, tan ardientes, 
reduciendo en ese fuego
todo el Cosmos a cenizas
que apagaron suaves manos
de caricia a escalofrío.

Los poemas han vestido
cada estrofa como gala
de las flores encendidas
y que en cada primavera, 
convirtieron en un rojo apasionado a cada fruto,
que al morar eternamente
con la sierpe y la manzana,
se sintieron Paraíso 
condenados a tinieblas,
por hacer pasión y sexo en cada roce.

Poesía es cuando yaces
en el lecho congelado al llegar la despedida, 
o es llenarse en el otoño de hojas secas 
por el viento enfurecido de la espera,
o ser curso de los ríos 
con reflejos de la luna
acunada en agua inquieta, 
que hipnotiza,
o quizá, ser una roca
siempre inerte y solitaria.

La esperanza es poesía...

Poesía es la plegaria 
donde el alma se convierte
a oraciones y milagros,
por amar y ser amante,
olvidando que hubo aromas
en las rosas y en jardines,
por ser piel y ser el néctar
en contactos de ternura
que teñían los salitres 
y el aroma de los bosques...

Poesía es la estrofa 
donde sientes la emoción 
que no caduca y que es eterna,
envidiada por los soles 
que iluminan las caricias 
y el rumor de aquellos besos 
que ocultaron la rompiente, 
los ciclones, el silencio...

Y a pesar de este poema,
sin un amor... nada sería.


Ángeles Sánchez Gandarillas©
21-III-2012

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